ARZHEINA
Asociación de familiares de enfermos de Alzheimer y otras demencias

¿Qué es una demencia?

El concepto de demencia engloba a aquellas personas que tienen un deterioro cognitivo de tal intensidad, que les produce un fracaso en sus actividades sociales y laborales, de tal manera, que es el típico paciente que antes podía ir al banco sólo, hacer las tareas del hogar, y en un momento dado, se ha perdido cogiendo el autobús, no entiende el móvil, confunde ingredientes al cocinar.


La enfermedad de Alzheimer (EA)

Es la principal causa de demencia, pero no la única. Tal como la describió Alois Alzheimer, es una enfermedad degenerativa cerebral, de carácter progresivo, en la que se pierden neuronas, se produce el acúmulo de una proteína anormal (amiloide) y muestra lesiones características (placas seniles y ovillos neurofibrilares).

Además de los síntomas relacionados con la pérdida de capacidad intelectual y funcional, a lo largo de la evolución de la enfermedad pueden aparecer los denominados síntomas conductuales y psicológicos de la demencia (SCPD). Existen tres tipos:

•     Los trastornos del estado de ánimo (depresión, ansiedad y apatía);

•     La agitación (agresividad, irritabilidad, inquietud, gritos y deambular errático);

•     Los síntomas psicóticos (alucinaciones visuales, auditivas y delirios).

 Con el tiempo, todo ello aboca a una incapacidad de la persona que padece esta enfermedad.

Los síntomas de la enfermedad vienen determinados por cómo progresan las lesiones en el cerebro del paciente con EA.

La consecuencia de la pérdida progresiva de neuronas y de sus terminaciones produce atrofia de la corteza cerebral que es más pronunciada en aquellas áreas relacionadas con el aprendizaje y la memoria.

Los síntomas suelen iniciarse de forma insidiosa, por lo que es difícil establecer cuándo empezaron realmente. Sin embargo, los problemas cognitivos (en relación a funciones intelectuales como la memoria, el razonamiento, el lenguaje...) y síntomas depresivos pueden aparecer varios años antes del diagnóstico clínico de la enfermedad.

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad crónica, de larga evolución, normalmente de alrededor de 10-15 años, pero puede variar mucho, existiendo casos de evolución relativamente rápida.

 

¿Cuáles son las fases típicas de la EA?

Se pueden distinguir varias fases o etapas:

Fase ligera, aparecen los fallos de memoria, dificultad para encontrar las palabras de nombres u objetos, problemas de concentración. La persona parece confusa y olvidadiza; puede tener que buscar las palabras o deja los pensamientos sin terminar. A menudo se olvida de los acontecimientos y las conversaciones recientes, pero recuerda claramente el pasado lejano. Como consecuencia de todo lo anterior, al comienzo de la enfermedad pueden aparecer episodios depresivos o cambios de personalidad. En general, los afectados todavía pueden vivir de forma independiente y mantener su higiene personal.

Fase moderada: son llamativas las limitaciones de las actividades de la vida diaria. De forma lenta y progresiva van perdiendo la autonomía, y necesitan ayuda en actividades básicas como el aseo personal, el vestirse e incluso la alimentación. La memoria se afecta de forma grave, y, a veces, el paciente puede no reconocer a los miembros de la familia, perderse en lugares conocidos y olvidarse de cómo hacer cosas sencillas, como vestirse y bañarse. También pueden aparecer trastornos de conducta: intranquilidad, temperamento impredecible, vagabundeo...

Fase severa: puede perder completamente la memoria y las capacidades intelectuales y funcionales. Es necesario un cuidado completo por la gran limitación de las actividades diarias. Se produce una pérdida progresiva del lenguaje de forma que el paciente deja de hablar, lo cual no significa que no pueda percibir señales emocionales como voces cariñosas, sonrisas o caricias. En la fase grave aparecen con frecuencia también pérdida completa del control de esfínteres de la orina y heces. La inmovilidad del paciente llega a ser casi completa. Se produce pérdida de peso, disminución de sus defensas inmunológicas, e infecciones graves que pueden llevar al paciente a la muerte.

 

Tratamiento

Aunque el origen de la enfermedad a día de hoy es aún desconocido y sin que haya ningún tratamiento capaz de curarla o prevenirla, su avance es inevitable;

 ¡PERO SI SE PUEDE HACER ALGO!

Hay intervenciones capaces de mantener más tiempo las capacidades residuales del enfermo, y proporcionarle mejor calidad de vida a él y a su familia.

Actualmente el tratamiento integral de un enfermo de Alzheimer incluye:

-        Tratamiento farmacológico. 

-        Tratamiento no farmacológico (el que se ofrece en asociaciones como Arzheina).

 

Los 10 primeros síntomas de la EA

Hay que partir de la base de que ninguna persona con enfermedad de Alzheimer es igual a otra, pues los síntomas concretos que se presentan varían en cada caso. Pese a las grandes diferencias individuales, hay ciertos síntomas y signos comunes en todos ellos a los que se debe prestar atención:

1.   Pérdida de memoria

 Olvidos de hechos recientes: “Quién vino a verme ayer?

“¿Qué hemos comido hoy?”, “¿Quién llamó por teléfono?”

2.   Repetición frecuente de preguntas, a pesar de recibir respuestas.

“¿Qué hora es?”, “¿qué hora es?”, “¿cuándo viene mi hijo?”, “¿Cuándo viene mi hijo?”

3.   Colocación de cosas en lugares equivocados.

 Se encuentran las llaves del coche en la basura, sus gafas metidas en una zapatilla…No se acuerda dónde colocó las cosas.

4.   Dificultad para recordar el nombre de objetos usuales.

“Dame la…la…¡ah! No me acuerdo como se llama”

5.   Pérdida del sentido de la orientación con respecto al tiempo y/o al lugar.

“¿Qué día es? Cuando es obviamente un domingo. “¿Dónde estoy?” cuando está en casa. Se pierde en el camino de la panadería, donde compra el pan cada mañana.

6.   Dificultad para realizar gestos simples y familiares.

No puede abrir con llave, se equivoca en el manejo del cambio de marchar del coche…

7.   Pérdida de interés y motivación para las actividades que antes disfrutaba.

 Deja de leer el periódico, de ver su novela favorita en la tele, de jugar al mus con sus amigos…

8.   Dificultad para realizar tareas fáciles.

Se equivoca al utilizar los cubiertos cuando come. Sabe lo que es un peine pero ha olvidado cómo peinarse.

9.   Cambios bruscos de humor.

 Se pone de mal humor…sin razón de ser.

10.Cambios de humor y comportamiento.

Poco a poco, el enfermo disminuye el interés por las cosas que le rodean, se repliega sobre sí mismo y reacciona menos a las emociones, toma menos la iniciativa, se vuelve cada vez más irritable. “Ya no es el mismo”.

 


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